Si las prácticas acuáticas incluyen algunos juegos y actividades sencillas de relajación de forma diaria, se podrá conseguir que estén más tranquilos, lo que puede favorecer la atención plena y un mayor bienestar en sus vidas. Con ello se conseguirá que aprendan a relajarse de diferentes maneras, aumenten su capacidad de concentración, mejoren la atención plena, aprendan a volver a la calma por ellos mismos cuando sus emociones le desborden, mejoren su inteligencia emocional, mejor descanso y mejora del vínculo familiar.