

Los resultados de este estudio sugieren que un programa intensivo de talasoterapia y terapia acuática tiene una influencia positiva en personas post-ictus, ya que se consigue una mejoría en el equilibrio estático, en el equilibrio dinámico, en la capacidad de marcha/deambulación y en la percepción del dolor.
Las enfermedades cerebrovasculares representan la tercera causa de muerte en el mundo occidental y, aunque en los últimos años se ha conseguido un descenso gradual de la mortalidad, continúa siendo la primera causa de discapacidad física en adultos, debido principalmente al envejecimiento de la población. Los supervivientes del ictus presentan de forma habitual deficiencias motoras que provocan una disminución de la fuerza en la pierna hemiparética y un equilibrio deficiente, con la consecuente incapacidad en las actividades de la vida diaria y una elevada incidencia de caídas. Por ello, el objetivo del estudio es analizar la eficacia de un programa intensivo de talasoterapia y terapia acuática en personas con ictus.
El trabajo tuvo una duración de tres semanas y se desarrolló en un centro sanitario autorizado de talasoterapia de la Comunidad de Murcia, con una muestra de 26 pacientes (18 hombres y 8 mujeres) de edades comprendidas entre 44 y 81. Los instrumentos de evaluación utilizados fueron los siguientes: Escala de equilibrio de Berg (mide el rendimiento del equilibrio en los adultos mayores), Timed Up & Go(El equilibrio dinámico que permite identificar problemas en la movilidad funcional en pacientes con ictus), capacidad de marcha(utilizando dos instrumentos, el de distancia corta, tiempo en recorrer 10 m y otra de mayor tiempo, 6 min, que también mide la resistencia y la forma física), escala visual analógica del dolor(la persona asigna un valor numérico a su dolor en función del grado de intensidad que considere: el 0 es la ausencia de dolor, y el 10, el máximo dolor imaginable). Las sesiones se desarrollaron en una piscina de agua de mar de 12 × 8 m, con una profundidad de 140 cm. La temperatura del agua era de 32°C, y la temperatura ambiental, de 24°C. El programa de tratamiento se llevó a cabo en su totalidad en una piscina diseñada especialmente para desarrollar técnicas de terapia acuática. En el ictus aparecen y persisten comportamientos motores anómalos y la idea era enriquecer el entorno para estimular la plasticidad neuromotora.
Este estudio muestra la acción beneficiosa de estas técnicas sobre el equilibrio, la marcha y el dolor en el post-ictus.
Resumen realizado por Tomás Alía Corral
Morer, C., Boestad, C., Zuluaga, P., Álvarez-Badillo, A., & Maraver, F. (2017). Efectos de un programa intensivo de talasoterapia y terapia acuática en pacientes con ictus. Estudio piloto. Revista de Neurología, 65(6), 249-256.
https://www.researchgate.net/publication/320799578