

Como indica Mario de Jesús (2018), adaptándolo al medio acuático, en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el medio acuático es importante que el alumno se equivoque y que tenga consciencia de ello, porque esto sirve como punto de partida para enfocar el siguiente ensayo. En este sentido, consideramos que es tiempo de acabar con el síndrome del marcador rojo (Dukes y Albanesi, 2013), utilizado para resaltar la equivocación, por la marca negativa que produce en los aprendices. Así que es tiempo de dejar de lado la idea de que los errores en el proceso de enseñanza y aprendizaje son uno de los mayores problemas que afronta la educación en el medio acuático, ya que se puede hacer del error una nueva manera de acceder al conocimiento. Se nos presenta un gran desafío en el contexto acuático en cuanto a metodología y didáctica se refiere, para utilizar el error que cometen los aprendices como materia prima del desarrollo del aprendizaje. Pero esto requiere una postura profesional del docente, que reflexione respecto a las prácticas y métodos que se utiliza en el agua, pues, de alguna manera inciden en el tipo de errores que cometen los estudiantes, por ello, se debe dar sentido al aprendizaje, marcando la diferencia entre lo que se aprende de manera significativa y entre una decepción en el aprendizaje.