

El estudio realizado corrobora que un programa de danza acuática realizado durante 8 semanas, en pacientes postmenopáusicas, con artrosis de rodilla y con sobrepeso, mejora significativamente la función cardiorrespiratoria y disminuye variables como la frecuencia cardiaca y la fatiga post ejercicio. Además, todas estas mejoras se mantienen tres meses después de haber finalizado dicho programa.
La osteoartritis es una de las enfermedades más comunes en mujeres con edad avanzada. Los principales síntomas que aparecen a causa de esta enfermedad son, por ejemplo, incapacidad musculoesquelética, dolor, disminución de la propiocepción y disminución de la calidad de vida. A causa de todos estos síntomas, la mayoría de las pacientes presentan un nivel de actividad muy bajo. La obesidad y la edad son los principales factores de riesgo para la artrosis de rodilla.
Varios estudios confirman los beneficios que presentan las actividades acuáticas para las pacientes que padecen esta enfermedad. Al realizar ejercicio dentro del agua, el cuerpo flota, por tanto, se reduce el estrés en las articulaciones y los músculos se ven fortalecidos a causa de la resistencia que presenta el agua.
El objetivo del estudio de Casilda-López et al. (2017) fue evaluar la efectividad del programa de ejercicios basado en la danza acuática sobre la funcionalidad, la capacidad cardiorrespiratoria, la frecuencia cardiaca y la fatiga post ejercicio en mujeres postmenopáusicas con sobrepeso y con artrosis de rodilla. El estudio es un ensayo clínico aleatorizado doble ciego. Se utiliza una muestra de 34 mujeres y es requisito indispensable que sean mayores de 50 años, menopaúsicas y con un IMC elevado. Se les asigna en dos grupos diferentes de manera aleatoria. El grupo experimental realiza un calentamiento de 12 minutos, los ejercicios de danza acuática, que implican cambios de ritmo, duran aproximadamente 21 minutos y, para acabar la sesión, un periodo de vuelta a la calma de 12 minutos y el grupo control realiza un calentamiento de 12 minutos con actividades aeróbicas, 21 minutos de ejercicios tradicionales acuáticos y un periodo de vuelta a la calma de 12 minutos. Antes y después de la realización del programa, las participantes fueron evaluadas mediante el cuestionario WOMAC y la prueba de caminata de 6 minutos en tapiz rodante.
Los resultados indican mejoras significativas en el grupo experimental. Estas mejoras se mantienen durante tres meses después de acabar el programa. El estudio concluye que los programas de baile acuático son adecuados para el mantenimiento de la frecuencia cardiaca y niveles de fatiga durante el ejercicio.
Resumen realizado por Sonia Beltran Burguera y Beatriz Montero Pacheco.
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